OGG es un formato de audio comprimido, libre y de alta calidad, que la Fundación para el Software Libre (FSF) intentó imponer como el estándar para el audio digital. Sin embargo, su popularidad nunca alcanzó la de MP3, el formato más usado y conocido, que en 2017 perdió su protección por patentes. ¿Qué pasó con OGG? ¿Qué ventajas y desventajas tenía frente a MP3? En este artículo, te cuento la historia de una batalla perdida por la FSF y te explico por qué OGG sigue siendo una opción válida para los amantes de la libertad y la calidad.
¿Qué es OGG y qué lo hace especial? 🤔
OGG es el nombre de un contenedor multimedia, es decir, un formato que puede almacenar diferentes tipos de datos, como audio, video, texto o imágenes. Dentro de OGG, el formato de audio más usado es Vorbis, que es el que suele llamarse OGG a secas. Vorbis es un formato de audio comprimido, lo que significa que reduce el tamaño de los archivos de audio sin perder mucha calidad. Esto es útil para ahorrar espacio de almacenamiento y para transmitir el audio por internet más rápido.
Pero lo que hace especial a OGG es que es un formato libre, no propietario. Esto significa que no está sujeto a restricciones legales ni técnicas por parte de ninguna empresa o entidad. Cualquiera puede usarlo, modificarlo y distribuirlo sin pagar royalties ni pedir permiso. Además, OGG es un formato abierto, lo que significa que su código fuente y su especificación técnica son públicos y accesibles para todos. Esto permite que los desarrolladores puedan mejorar el formato y adaptarlo a sus necesidades.
¿Qué es MP3 y por qué es tan popular? 🚀
MP3 es el acrónimo de MPEG-1 Audio Layer 3, un formato de audio comprimido que se desarrolló en los años 90 como parte de un estándar de video digital. MP3 se hizo muy popular por varias razones:
- Tiene una buena relación entre calidad y tamaño, lo que permite almacenar muchas canciones en poco espacio y transmitirlas por internet con facilidad.
- Es compatible con la mayoría de los reproductores de audio, tanto físicos como digitales, lo que facilita su uso y reproducción.
- Es el formato más usado y conocido por los usuarios, lo que genera un efecto de red y una preferencia por lo familiar.
Sin embargo, MP3 también tiene algunas desventajas:
- Es un formato propietario, lo que significa que está protegido por patentes y derechos de autor. Esto implica que los desarrolladores y los usuarios deben pagar royalties o licencias para usarlo o distribuirlo, lo que limita su libertad y su innovación.
- Es un formato cerrado, lo que significa que su código fuente y su especificación técnica no son públicos ni accesibles. Esto impide que los desarrolladores puedan mejorar el formato o adaptarlo a sus necesidades.
- Es un formato antiguo, lo que significa que no se ha actualizado ni optimizado desde hace años. Esto hace que tenga una calidad inferior a otros formatos más modernos y eficientes.
¿Cómo la FSF intentó imponer OGG como el estándar de audio libre (y fracasó)? 😢
La FSF es una organización sin ánimo de lucro que promueve el uso y el desarrollo de software libre, es decir, aquel que respeta la libertad y la privacidad de los usuarios. La FSF considera que el software libre es esencial para una sociedad libre y democrática, y que el software propietario es una amenaza para los derechos humanos y la soberanía tecnológica.
En el ámbito del audio, la FSF veía a MP3 como un formato opresivo y restrictivo, que impedía la libre expresión y la libre circulación de la cultura. Por eso, en el año 2004, lanzó una campaña llamada PlayOgg, con el objetivo de promover el uso de OGG como el formato de audio libre por excelencia. La campaña consistía en:
- Informar a los usuarios sobre las ventajas de OGG frente a MP3, tanto en términos de calidad como de libertad.
- Incentivar a los creadores de contenido a distribuir sus obras en OGG, para fomentar la diversidad y la accesibilidad de la cultura libre.
- Presionar a los fabricantes de reproductores de audio para que incluyeran el soporte de OGG en sus dispositivos, para facilitar la reproducción y la compatibilidad de los archivos.
- Animar a los usuarios a usar reproductores de audio libres, como VLC, que pudieran reproducir OGG y otros formatos libres, para evitar la dependencia de software propietario.
La campaña tuvo cierto éxito en algunos sectores, como el educativo, el académico o el artístico, donde se valoraba más la libertad y la calidad que el tamaño o la popularidad. Sin embargo, la mayoría de los usuarios siguieron usando MP3, por varias razones:
- La falta de conocimiento o de interés por el tema de la libertad y la privacidad del software.
- La comodidad y la facilidad de usar un formato que ya conocían y que funcionaba en todos sus dispositivos.
- La escasez de contenido disponible en OGG, comparado con la enorme oferta de MP3.
- La resistencia de los fabricantes de reproductores de audio a incorporar el soporte de OGG, por motivos comerciales o técnicos.
La situación cambió en 2017, cuando la última patente que cubría MP3 expiró, lo que significaba que el formato quedaba libre de restricciones legales y que cualquiera podía usarlo, modificarlo y distribuirlo sin pagar royalties ni pedir permiso. Esto supuso un duro golpe para la campaña PlayOgg, que perdió uno de sus principales argumentos a favor de OGG.
¿Qué futuro le espera al audio libre? 🌟
A pesar de la expiración de la patente de MP3, OGG sigue siendo una opción válida y ventajosa para los usuarios que quieren disfrutar de un audio de alta calidad y de plena libertad. OGG tiene algunas características que lo hacen superior a MP3, como:
- Una mayor eficiencia, lo que significa que puede ofrecer una mejor calidad con un menor tamaño, o una igual calidad con un menor consumo de recursos.
- Una mayor flexibilidad, lo que significa que puede adaptarse a diferentes tipos de audio, como música, voz o efectos, y a diferentes condiciones de transmisión, como ancho de banda o latencia.
- Una mayor evolución, lo que significa que se puede mejorar y actualizar constantemente, gracias a su naturaleza abierta y colaborativa.
Además, OGG no es el único formato de audio libre que existe. Hay otros formatos que también ofrecen una excelente calidad y una total libertad, como FLAC, un formato de audio sin pérdida, ideal para los audiófilos más exigentes, u Opus, un formato de audio versátil, que puede usarse tanto para música como para comunicación en tiempo real.
El futuro del audio libre depende de la conciencia y la voluntad de los usuarios, los creadores y los desarrolladores. Si queremos que el audio libre triunfe, tenemos que:
- Informarnos y educarnos sobre los beneficios y los riesgos de los diferentes formatos de audio, tanto para nosotros como para la sociedad.
- Apoyar y difundir el contenido que se distribuye en formatos libres, para enriquecer y democratizar la cultura.
- Exigir y usar dispositivos que soporten formatos libres, para garantizar nuestra libertad y nuestra privacidad.
- Colaborar y contribuir al desarrollo y la mejora de los formatos libres, para fomentar la innovación y la diversidad.
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Conclusión
En este artículo, vimos cómo la FSF promovió el uso de OGG como el formato de audio libre por excelencia, pero no logró la adopción deseada, ya que MP3 siguió siendo el formato más popular y conocido, hasta que en 2017 perdió su protección por patentes. También vimos qué ventajas y desventajas tiene OGG frente a MP3, y qué otros formatos libres existen. Por último, hemos visto qué podemos hacer para impulsar el futuro del audio libre.