¿Alguna vez te preguntaste cuántas personas te separan de un famoso, un político o un desconocido en otro continente? Según una investigación realizada por Microsoft, la respuesta es: seis grados de separación. En este artículo te cuento cómo se llegó a esta sorprendente conclusión y qué implicancias tiene para la sociedad.
Un experimento pionero en los años 60 ✉
La idea de que todos estamos conectados por una cadena de conocidos se remonta a los años 60, cuando dos sociólogos estadounidenses, Stanley Milgram y Jeffrey Travers, realizaron un experimento llamado “el problema del pequeño mundo”. Consistía en enviar una carta a través de amigos o conocidos a una persona objetivo en otra ciudad. Los participantes debían enviar la carta a alguien que creyeran que podía acercarla al destinatario final. De las 296 cartas que se enviaron, solo 64 llegaron a su destino. El número promedio de intermediarios fue de 6,2. De ahí surgió la famosa frase de los “seis grados de separación”.
La confirmación a escala planetaria 🌐
El experimento de Milgram y Travers tuvo muchas limitaciones y críticas. Por ejemplo, solo se realizó en Estados Unidos y tuvo una alta tasa de fracaso. Además, no se usó el término “grados de separación”, sino “pasos” o “saltos”. Para comprobar la validez de la teoría, se necesitaba una muestra más grande y diversa. Eso fue lo que hicieron dos investigadores de Microsoft, Eric Horvitz y Jure Leskovec, en 2008. Usando los registros de 30 mil millones de conversaciones electrónicas entre 180 millones de personas de todo el mundo, calcularon la distancia social entre cualquier par de usuarios. El resultado fue que el promedio era de 6,6 grados de separación, y que el 78% de los pares podían conectarse en siete pasos o menos. Algunos pares, sin embargo, estaban separados por hasta 29 pasos. Según los autores, este fue el primer estudio que validó la teoría del pequeño mundo a escala planetaria.
Las implicancias de un mundo pequeño 🤝
¿Qué significa que todos estemos tan cerca unos de otros? Los investigadores señalaron que este conocimiento podría tener aplicaciones para organizaciones políticas, obras de caridad, ayuda en desastres naturales y búsqueda de personas desaparecidas. También significa que podríamos movilizar a grandes redes de personas con solo presionar una tecla. Por otro lado, también implica que nuestra privacidad y seguridad podrían estar en riesgo si no cuidamos nuestra información personal y nuestras relaciones en línea. En definitiva, vivir en un mundo pequeño tiene sus ventajas y desafíos, y depende de nosotros aprovecharlos o enfrentarlos.
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Conclusión
En este artículo te mostré cómo se comprobó la teoría de los seis grados de separación, que afirma que todos estamos conectados por una cadena de conocidos. Esta teoría se basa en un experimento realizado en los años 60 y confirmado en 2008 por un estudio de Microsoft que analizó miles de millones de conversaciones electrónicas. Vivir en un mundo pequeño tiene sus pros y sus contras, pero sobre todo nos hace reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestras relaciones y nuestra información. Después de todo, nunca se sabe quién puede estar a solo unos pasos de distancia.
Referencia: Instant-Messagers Really Are About Six Degrees from Kevin Bacon (washingtonpost.com)