¿Te acordás del año 2020 cuando el mundo enfrentó la pandemia del COVID-19? En ese tiempo, la falta de respiradores fue uno de los grandes desafíos. En este artículo te cuento cómo ingenieros de todo el mundo trabajaron para crear alternativas económicas y accesibles que marcaron la diferencia. Acompañame en este recorrido por aquellos proyectos innovadores que ayudaron a salvar vidas.
El desafío de los respiradores y la necesidad de alternativas 🌍
Los respiradores eran esenciales para mantener con vida a los pacientes con neumonía por coronavirus, pero eran escasos y costosos. Este desafío global llevó a diferentes grupos de ingenieros a buscar soluciones económicas y de licencia abierta, ideales para enfrentar la crisis sanitaria en muchos países.
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Proyecto E-Vent del MIT: respiradores asequibles y accesibles 💡
En el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), un grupo de ingenieros diseñó en 2020 el Emergency Ventilator (E-Vent), un respirador mecánico extremadamente económico. Este diseño podía fabricarse con materiales fáciles de conseguir y tenía un costo aproximado de solo 100 dólares, una fracción del precio de los respiradores comerciales que podían costar hasta 30.000 dólares. Lo mejor de todo era que el diseño era de código abierto y se publicó en Internet para que cualquiera pudiera fabricarlo.
Inspire de la Universidad de São Paulo: rapidez y eficiencia 🚀
En la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (Poli-USP), un equipo de ingenieros desarrolló en 2020 el respirador Inspire. Este dispositivo también era de licencia abierta y se podía fabricar en menos de dos horas, con un costo aproximado de 200 dólares. En aquel entonces, estaba en fase de pruebas de laboratorio, con la esperanza de que estuviera disponible en los hospitales brasileños a mediados de abril. Este proyecto permitió que cualquier empresa interesada pudiera producir el respirador, facilitando así su distribución masiva.
UnRespiro de la Universidad Nacional de Rosario: calidad y precisión 🇦🇷
En Argentina, 17 ingenieros de Inventu y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) trabajaron en 2020 en UnRespiro, un respirador que costaría alrededor de 2.000 dólares. Aunque el costo era mayor comparado con otros proyectos, Javier, uno de los ingenieros, explicaba que esto se debía a que el aparato era «más cercano a un respirador de verdad que los ventiladores fabricados automatizando un Ambu o un Circuito de Jackson-Rees». El equipo planeaba poner a disposición pública todos los planos, piezas, insumos y procesos de fabricación, aunque no tenían la intención de producir en serie. Su objetivo principal era que el prototipo fuera verificado por la ANMAT.
La situación en Argentina: intervención estatal y control 💼
En medio de esta carrera por fabricar respiradores accesibles, el Gobierno argentino decidió en 2020 intervenir en la venta de respiradores fabricados en el país. Tecme, la mayor fábrica de respiradores de Argentina, necesitaba la autorización del Estado para comercializar o entregar equipos. Esto significaba que los hospitales y sanatorios que ya habían pagado por adelantado no recibirían los respiradores a menos que la Nación lo autorizara.
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Reflexiones finales
Estos proyectos mostraron el ingenio y la solidaridad de la comunidad científica y tecnológica en tiempos de crisis. Desde el MIT hasta la UNR, los ingenieros ofrecieron soluciones que pudieron salvar innumerables vidas. Fueron un testimonio del poder de la innovación y la colaboración en momentos de necesidad.
En Argentina está el proyecto rosarino Un Respiro de Inventu Ingenieria, es un respirador del orden de los US$2000 más cercano a un respirador de verdad que los ventiladores fabricados automatizando un Ambu o un Jackson Rees.
Gracias por el dato, lo sumo a la nota.
En este momento se está haciendo la presentación oficial de Un Respiro en la sede de gobernación en Rosario. Comentario del rector de la UNR «Objetivo cumplido! Este jueves presentamos prototipo de ventilador de transición para atención de emergencia COVID-19, ya desarrollado y testeado con éxito por la comunidad médica.»
Excelente!
Nacho, tenemos otro ventilador argentino, el BOBY-LR-01, fue realizado en la ciudad de Las Rosas, por un grupo de industriales encabezado por el ingeniero nuclear Jeremías Butto. Ya superaron las pruebas en Rosario, se están preparando para probar en Buenos Aires.
Buenísimo Javier!
Tener uno de esos aparatos seria como tener un desfibrilador en casa? En caso de necesidad para algún infectado,familiar o amigo. Un poco loco mi razonamiento, no? Pero es espantoso pensar que se elige con quien usarlo.
Hola, no son para uso hogareño. Publiqué la nota porque me pareció buena noticia que surgieran proyectos económicos para responder a la falta de equipos.