Huawei y Estados Unidos: ¿Qué pasó y qué implica? 🤔

Huawei es una de las empresas líderes en el mercado de los celulares y las telecomunicaciones, pero también una de las más polémicas. Desde hace años, enfrenta acusaciones de espionaje, robo de propiedad intelectual y violación de sanciones por parte de Estados Unidos, que la ha puesto en una lista negra que le impide hacer negocios con empresas estadounidenses. Esto ha afectado no solo a Huawei, sino también a sus usuarios y al desarrollo de la tecnología 5G. En este artículo, te explico qué pasó entre Huawei y Estados Unidos, y qué implica para el futuro de la industria y los consumidores.

Los orígenes del conflicto: acusaciones y demandas 💥

El conflicto entre Huawei y Estados Unidos se remonta a varios años atrás, pero se intensificó en enero de 2019, cuando el gobierno estadounidense interpuso una demanda en su contra, asegurando que la empresa conspiró para robar propiedad intelectual de la operadora T-Mobile. Según la acusación, Huawei habría intentado copiar una tecnología llamada Tappy, que consiste en un robot que simula el uso de un celular para detectar fallas. Además, el gobierno estadounidense afirmó que Huawei violó las sanciones impuestas a Irán, al hacer negocios con ese país a través de una subsidiaria llamada Skycom.

Huawei, por su parte, negó las acusaciones y se defendió interponiendo una demanda en contra de Estados Unidos en marzo de 2019, debido a que el gobierno había prohibido de facto las negociaciones y la compra de equipos sin presentar “ninguna evidencia” de que la empresa espiara o representara un problema para la seguridad. Huawei argumentó que la medida era inconstitucional y que violaba el principio de presunción de inocencia.

El veto de Estados Unidos: un golpe duro para Huawei y sus usuarios 📵

Después de estas demandas cruzadas, la situación se estancó hasta que el 15 de mayo de 2019, Estados Unidos decidió prohibir de cualquier forma que los productos y servicios de Huawei pudieran llegar al país. El gobierno de Trump publicó un decreto presidencial que no solo impide la utilización de equipamiento de Huawei en las redes de telecomunicaciones, con la vista puesta fundamentalmente en los próximos despliegues de 5G, sino que también puso a Huawei en una lista negra de empresas a las que las estadounidenses no podrán proveer de tecnología, sea de hardware o software.

Esto significó que Huawei ya no podría contar con componentes esenciales para sus celulares, como los procesadores de Qualcomm, Intel o Broadcom, ni con el sistema operativo Android de Google, que es el más usado en el mundo. Tampoco podría acceder a las aplicaciones y servicios de Google, como la Play Store, Gmail, YouTube o Maps, que son muy populares entre los usuarios.

Esta decisión tuvo un impacto enorme en el mercado global de los celulares, ya que Huawei es el segundo fabricante más grande del mundo, solo superado por Samsung. Además, afectó a millones de usuarios que ya tenían un celular Huawei o Honor (una submarca de la firma) o que pensaban comprar uno en el futuro.

Las consecuencias del veto: incertidumbre, pérdidas y alternativas 🚀

Tras el veto de Estados Unidos, Huawei y sus usuarios entraron en un estado de incertidumbre sobre el futuro de sus dispositivos. Si bien el gobierno estadounidense extendió el plazo para el fin de las relaciones 90 días más, hasta el 19 de agosto de 2019, y luego lo prorrogó varias veces más, la situación seguía siendo delicada.

Huawei aseguró que los productos existentes, es decir los que ya se vendieron y los que están actualmente a la venta y en inventario, se podrán usar con total normalidad y no se verán afectados. Sin embargo, ni Huawei ni Google han comentado si se podrán actualizar todos los celulares a futuras versiones de Android y sus actualizaciones de seguridad.

Para los futuros celulares de Huawei, la empresa se vio obligada a buscar alternativas para seguir compitiendo en el mercado. Por un lado, Huawei desarrolló su propio sistema operativo, llamado HarmonyOS, que pretende ser compatible con Android y con otros dispositivos inteligentes, como televisores, relojes o automóviles. Por otro lado, Huawei creó su propia tienda de aplicaciones, llamada AppGallery, que ofrece algunas de las apps más populares, como Facebook, WhatsApp o Instagram, aunque no las de Google. Además, Huawei se asoció con otras empresas, como Aptoide, una tienda de apps de origen portugués, o TomTom, una empresa de navegación por GPS, para ofrecer más opciones a sus usuarios.

Estas medidas le permitieron a Huawei sobrevivir al veto de Estados Unidos, pero no evitar las pérdidas que sufrió en el mercado internacional. Según los datos de la consultora IDC, Huawei pasó de tener una cuota de mercado del 17,5% en el primer trimestre de 2020, a solo el 8,4% en el primer trimestre de 2021, lo que lo ubicó en el sexto lugar entre los fabricantes de celulares. Además, Huawei vendió su submarca Honor en noviembre de 2020, para que pudiera seguir operando sin las restricciones impuestas por Estados Unidos.

La situación actual: ¿hay esperanza de una solución? 🙏

El conflicto entre Huawei y Estados Unidos sigue vigente hasta el día de hoy, y no parece haber una solución a la vista. Si bien el cambio de gobierno en Estados Unidos, con la llegada de Joe Biden a la presidencia, generó algunas expectativas de una posible distensión, lo cierto es que la postura de la nueva administración no ha variado mucho respecto a la de Trump. Biden ha mantenido el veto a Huawei y ha presionado a sus aliados para que no usen su tecnología en el desarrollo de las redes 5G, alegando que representa un riesgo para la seguridad nacional y la privacidad de los datos.

Huawei, por su parte, ha seguido defendiendo su inocencia y ha pedido que se le dé un trato justo y transparente. La empresa ha afirmado que está dispuesta a dialogar con Estados Unidos y a cumplir con las normas y estándares internacionales que se le exijan. Sin embargo, también ha dejado en claro que no se rendirá ante las presiones y que seguirá innovando y creciendo en el mercado global.

Mientras tanto, los usuarios de Huawei y Honor siguen en una situación de incertidumbre, sin saber si podrán seguir disfrutando de las ventajas de Android y de las aplicaciones de Google, o si tendrán que adaptarse a un nuevo ecosistema. Lo que está claro es que el conflicto entre Huawei y Estados Unidos no es solo una disputa comercial, sino también una batalla por el liderazgo tecnológico y el control de la información en el mundo.

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Conclusión: un conflicto sin fin a la vista 😕

En resumen, Huawei y Estados Unidos llevan años enfrentados por acusaciones de espionaje, robo de propiedad intelectual y violación de sanciones. Estados Unidos ha puesto a Huawei en una lista negra que le impide hacer negocios con empresas estadounidenses, lo que ha afectado a sus productos y a sus usuarios. Huawei ha negado las acusaciones y ha buscado alternativas para seguir compitiendo en el mercado. El conflicto sigue vigente y no parece haber una solución a la vista, lo que genera incertidumbre e inestabilidad en la industria y los consumidores.